Los padres primerizos a menudo tienen dificultades para ver a sus recién nacidos tranquilos y relajados. Sin embargo, existen algunas estrategias y técnicas fiables que pueden ayudar a calmar y tranquilizar a un bebé inquieto y llorón. En esta completa guía de relajación para recién nacidos, te explicaremos algunas de las mejores técnicas y consejos para mantener a tu pequeño calmado y contento.
Comprende los comportamientos de tu recién nacido
Antes de empezar con cualquier técnica de relajación, es importante que entiendas los comportamientos de tu recién nacido. Tu bebé tendrá sus propios patrones de comportamiento que indican sus propias agitaciones y necesidades. Por ejemplo, un recién nacido puede sobreestimularse fácilmente con el ruido, la luz, el movimiento y el tacto, y las transiciones entre el estado de vigilia y el sueño pueden ser muy difíciles. Dedica tiempo a conocer la personalidad de tu bebé y busca signos de irritabilidad y agitación para que puedas responder a ellos adecuadamente.
Utiliza el equipamiento adecuado
Lo primero que debes hacer para relajar a tu recién nacido es asegurarte de que dispones del equipamiento adecuado. Contar con el equipo adecuado puede marcar la diferencia para que el bebé esté más tranquilo y relajado. Un columpio para bebés, una máquina de ruido blanco, unas mantitas para envolver o un chupete pueden ayudar a calmar y relajar al bebé.
Calmar con un baño templado
Un baño templado puede ser una forma realmente eficaz de calmar y relajar a un recién nacido. El agua tibia no sólo ayuda a relajar los músculos cansados e inquietos, sino que también contribuye a reducir el estrés y la ansiedad, tanto del bebé como de la mamá. Asegúrate de que el agua esté tibia, pero no demasiado caliente, y utiliza un jabón suave e hipoalergénico para bebés para lavar suavemente la piel de tu bebé.
Lleva a tu bebé
Llevar a tu bebé es una forma estupenda de que las mamás y los papás tengan las manos libres y, al mismo tiempo, mantengan al bebé cerca. Llevar a tu bebé puede ayudar a calmar y relajar a un recién nacido imitando el calor y la seguridad del útero. Busca un portabebés que sea cómodo para ti y que permita a tu bebé sentarse en posición vertical para que se mantenga tranquilo y relajado.
Practica el masaje suave
Dar a tu recién nacido un masaje suave puede ser una de las cosas más reconfortantes y relajantes que puede hacer un padre. Empieza aplicando una pequeña cantidad de aceite o loción para bebés sobre la piel de tu hijo y frótalo suavemente con movimientos circulares. Asegúrate de utilizar un toque ligero y escucha las señales de tu bebé para ver qué le resulta más tranquilizador.
Ofrece un masaje calmante al sol o a la luna
Un masaje calmante al sol o a la luna puede ser una forma estupenda de ayudar a tu recién nacido a relajarse por la tarde o antes de acostarse. Un masaje al sol se realiza con las palmas hacia abajo y los dedos alejados del cuerpo del niño, mientras que un masaje a la luna se realiza con las palmas hacia arriba y los dedos apuntando hacia el cuerpo del niño. Ambos tipos de masajes deben ser suaves y relajantes, y pueden ayudar a relajar a un bebé inquieto.
Practica la respiración profunda abdominal
Practicar la respiración profunda abdominal es una forma estupenda de que los padres ayuden a calmar y relajar a su recién nacido. Para practicar la respiración profunda abdominal, acuesta a tu bebé boca arriba y coloca las manos a ambos lados del vientre. Al inspirar, presiona suavemente con las manos contra el vientre, y repite el proceso cuando expire. Esta suave presión puede ayudar a calmar y tranquilizar a un recién nacido.
Crea un entorno tranquilo y relajante
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