La ictericia del recién nacido, también conocida como hiperbilirrubinemia, es una afección común que se produce en los primeros días tras el nacimiento de los bebés. Está causada por la acumulación de un pigmento llamado bilirrubina en el organismo y afecta a muchos recién nacidos. Aunque la mayoría de los casos de ictericia se resuelven por sí solos y no necesitan tratamiento, los casos graves pueden requerir intervención médica. En este artículo se tratarán las causas, síntomas y tratamientos de la ictericia neonatal.
Qué es la bilirrubina y por qué provoca ictericia
La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce cuando el organismo descompone los glóbulos rojos viejos y las células hepáticas. Es una parte normal de los productos de desecho del organismo, pero si se acumula en la sangre, puede provocar ictericia. Esto se debe a que el exceso de bilirrubina da a la piel, los ojos y otras partes del cuerpo un color amarillento. A esta afección se le denomina hiperbilirrubinemia y, comúnmente, ictericia.
Causas de la ictericia del recién nacido
Existen varias causas de la ictericia del recién nacido que pueden provocar la acumulación de bilirrubina en el organismo del bebé. La causa más común es que el hígado del bebé, que aún no está totalmente funcional, quizá no pueda procesar la bilirrubina con suficiente rapidez, lo que provoca su acumulación en el organismo. Los bebés prematuros tienen mayor riesgo de desarrollar ictericia porque su hígado está aún menos maduro que el de los nacidos a término. Además, ciertas afecciones de salud pueden causar ictericia en el recién nacido, como una infección, un desequilibrio del grupo sanguíneo del bebé y sensibilización al Rhesus (Rh), que es un trastorno en el que los tipos sanguíneos de la madre y el bebé son incompatibles.
Síntomas de la ictericia del recién nacido
El síntoma principal de la ictericia del recién nacido es un color amarillento de la piel y de la esclerótica (parte blanca) de los ojos. En algunos casos, otras partes del cuerpo, como las palmas de las manos y las plantas de los pies, pueden tener también un color amarillento. Otros síntomas pueden incluir una temperatura corporal baja, apatía y disminución del apetito. Si no se trata, la ictericia grave puede causar daño cerebral, por lo que es importante estar atento a cualquiera de estos síntomas en los recién nacidos y buscar tratamiento médico si es necesario.
Diagnóstico y tratamiento de la ictericia del recién nacido
La mayoría de los casos de ictericia del recién nacido se resuelven por sí solos sin intervención médica. Sin embargo, si la ictericia es grave, el médico del bebé puede ordenar una analítica para medir los niveles de bilirrubina en la sangre del bebé. Existen varios métodos para tratar la ictericia neonatal, en función de la gravedad y la causa subyacente de la afección. La fototerapia, en la que el bebé se coloca bajo una luz especial que ayuda a descomponer la bilirrubina, es un tratamiento común. En los casos más graves, puede ser necesario un trasplante de sangre u otras intervenciones médicas para reducir los niveles de bilirrubina del bebé.
Prevención de la ictericia del recién nacido
Aunque no siempre es posible prevenir la ictericia en los recién nacidos, hay varios pasos que pueden darse para minimizar el riesgo. Es importante asegurarse de que el bebé se alimenta con regularidad y recibe los líquidos adecuados, ya que la deshidratación puede provocar un aumento de los niveles de bilirrubina. Además, la lactancia pronto después del parto puede ayudar a reducir el riesgo de ictericia en algunos bebés. Sin embargo, es importante seguir las recomendaciones del médico en cuanto a la lactancia materna y los patrones de alimentación para ayudar a reducir el riesgo de ictericia neonatal.
En conclusión
La ictericia neonatal es una afección frecuente en los recién nacidos, causada por la acumulación de bilirrubina en el organismo. La mayoría de los casos de ictericia se resuelven por sí solos y no requieren tratamiento, pero los casos graves pueden causar daño cerebral y requerir intervención médica. Es importante vigilar los síntomas de la ictericia neonatal y buscar tratamiento médico si es necesario. Además, pueden tomarse medidas para reducir el riesgo de ictericia en los recién nacidos.