Es verdaderamente un milagro ver cómo crece un bebé dentro del útero materno, a medida que se desarrolla el feto a lo largo de los nueve meses de embarazo. Uno de los hitos puede ser cuando comienza a formarse la audición del bebé. El sentido del oído es una parte importante del desarrollo de un niño, ya que puede proporcionarle consuelo, estimulación e información sobre el mundo, tanto dentro como fuera del útero. A este respecto, no sólo es emocionante, sino también importante, explorar cuándo y cómo empieza a desarrollarse la audición de un feto.
¿Cuándo se desarrolla la audición de un bebé?
Alrededor de la 18ª semana de embarazo, ya se han formado los oídos internos del bebé, que son los canales semicirculares, los osículos auditivos o «orejas» y la cóclea, el órgano responsable de la audición. Sin embargo, el nervio auditivo no se ha desarrollado hasta un poco más tarde. A partir de este momento, el bebé puede oír técnicamente algunos sonidos, tanto del cuerpo de la madre como del mundo exterior.
Algunas investigaciones sugieren que, hacia el final del segundo trimestre, alrededor de la 24ª y 26ª semana, los nervios auditivos pueden empezar a hacerse sensibles por primera vez al sonido, por lo que el bebé puede empezar a oír potencialmente. Los nervios auditivos continúan desarrollándose y creciendo hasta el nacimiento e incluso más allá.
¿Qué puede oír un bebé en el útero?
Aunque los nervios auditivos empiezan a desarrollarse al principio del tercer trimestre, la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que la audición del bebé está completamente formada a finales del séptimo mes, hacia la semana 28 ó 29. El bebé es capaz de escuchar y detectar una amplia gama de sonidos, desde los latidos del corazón de la madre, la música o incluso algunos ruidos de fondo del exterior del útero. La voz de la madre, en particular, es agradable para el bebé y puede ayudarle a tranquilizarse. Además, algunos estudios han demostrado que los bebés son más propensos a recordar y calmarse con sonidos concretos, como la música, que oyeron en el útero.
¿Qué hace que se desarrolle la audición?
El desarrollo de la audición de un bebé depende de que una serie de partes y sistemas del cuerpo funcionen correctamente y se comuniquen entre sí. La oreja externa, conocida como pabellón auricular, la oreja media y la interna, así como el sistema nervioso auditivo y el cerebro, deben desarrollarse gradualmente a lo largo de los nueve meses de embarazo.
Es la combinación de estos componentes la que permite al bebé empezar a percibir el sonido. En primer lugar, las vibraciones que se producen cuando el cuerpo se mueve o hace ruido son detectadas por los huesecillos auditivos y transmitidas a la cóclea. Allí, las vibraciones se convierten en impulsos eléctricos y se envían al cerebro a través del nervio auditivo, donde se procesan los sonidos.
Desarrollo de la audición en recién nacidos
Aunque la audición de un bebé está esencialmente formada al nacer, el sistema auditivo no se detiene ahí. Los neonatos pueden oír sonidos dentro de un margen de 20 a 20.000 hercios. Como sus oídos siguen siendo blandos y pequeños, los sonidos pueden ser especialmente fuertes y estridentes. Es importante que los recién nacidos estén expuestos a una variedad de sonidos suaves y reconfortantes, ya que su sistema auditivo sigue desarrollándose. Se ha descubierto que estimular el sistema auditivo de un recién nacido está relacionado con una mejor capacidad de reconocimiento del lenguaje, lo que puede ayudarle a estar mejor preparado para la escuela.
Conclusión
Está claro que el desarrollo de la audición de un bebé es un proceso intrincado que tiene lugar en el útero a lo largo de los nueve meses de gestación. Aunque los oídos internos del bebé se forman hacia la semana 18, no es hasta alrededor de la semana 28 cuando los nervios auditivos se hacen sensibles al sonido. A partir de este punto, los bebés pueden empezar a oír una serie de sonidos, incluida la voz de su madre, la música y los ruidos de fondo del exterior del útero. Estimular el sistema auditivo de un bebé puede tener efectos duraderos en el reconocimiento y el desarrollo del lenguaje. El milagro del desarrollo de un bebé es algo que realmente merece la pena apreciar y celebrar.